Errores, ¿qué grandes, eh? Por suerte algunos de ellos nos los perdonan. Por desgracia, algunos quieren ver donde no hay.
Todos cometemos errores, y gracias a Buda algunos de ellos son rectificables. Algunas veces tratas mal a personas que te demuestran cosas con el simple hecho de ser capaces de escucharte después de todo. Ese hecho, amigos míos, lo vivo tan desde una parte como desde la otra. Lo importante es darse cuenta de cuándo has hecho las cosas mal. A veces nada tiene sentido en cabezas ajenas, pero sí en la nuestra.
Con toda esa mierda solo quiero llegar a dos cosas, utilizarla con fines distintos, tanto como para dar agradecimiento, como para que la gente piense cómo está encaminando su vida. Yo lo hice, y fue lo mejor que pude hacer, confundirme para darme cuenta de qué era lo que tenía que hacer realmente.
Solo me gusta la gente que se confunde cuando es capaz de verlo, sea al tiempo que sea, cosa que seguro que a todos os ha pasado, pero a veces hay más cosas que nuestra cabeza en juego, la gente también piensa, no puedes saber cuánto, pero todos lo hacen.
Por suerte o por desgracia, yo le doy millones de vueltas a todas las cosas, y por suerte vuestra y para mi desgracia, la mayoría las encierro, así que, todos los que pensáis que os rayo la cabeza (que sé que lo hacéis, y sé que es cierto), imaginad todo lo que puedo llegar a pensar si no os transmito ni la mitad.
Algunas veces todos queremos vivir demasiado, pero no es ningún delito, al fin y al cabo no siempre tienes más de una oportunidad, y si la única vida que tienes la desperdicias pensando continuamente en los demás, es imposible vivirla.
Yo me he dado cuenta de que no quiero, pecar de egoísta ni de ong, pero claramente existe una pirámide en mi mente, al igual que en la de todos, no puedo negar eso. Todos queremos vivir, y aunque parezca mentira, todos podemos hacerlo, vivir nuestras vidas, sin necesitar que el resto lo haga también. Llamadlo convivencia, tolerancia o como a mí me gusta, equilibrio.
A nadie le gusta vivir solo, pero si es cierto que, como la gran abuela muerte decía, todas las criaturas de este mundo mueren solas. No puedes sacrificar ciertas cosas porque, como es normal y natural, nadie las sacrificará por ti el día de mañana.
Tengo más que claro qué quiero hacer con mi vida y con quién quiero hacer mi vida. No quiero vivir aquí, quiero estudiar fuera, hacer una vida en otra ciudad. Es inevitable, tarde o temprano todos, todos haremos nuestras vidas y dejaremos de estar juntos para siempre, pero solo es algo físico, no existe una separación real si no la sientes. Y sí, lo digo yo con mi diplomatura en distancias.
En mi vida existe un centro, y desde luego quien no esté dispuesto a aceptar eso no quiere que viva mi vida. Es natural, todos tenemos centros, más o menos comprensibles, pero es algo completamente normal.
Desde luego, todo esto son conjeturas en mi cabeza, como siempre, y lo escribo para que puedan leerlo todos, tanto mi centro, como mis amigos, como la gente que ha sido capaz de escucharme, como personas que no conozco de nada y que con esto pueden empezar a conocerme algo más.
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